Wilfredo Lam reconquista a Paris

Wifredo Lam reconquista París

Una exposición de El Grand Palais de París explora la amistad entre Césaire, Lam y Picasso.

Roberto Bermúdez, especial para martinoticias.com  18 de marzo de 2011

Foto: EFE

Los pintores Pablo Picasso (i) y Wifredo Lam, en 1954 en Vallauris (Francia), una de las imágenes que ilustra la exposición "Aimé Césaire, Lam, Picasso".

"La exposición gira en torno al encuentro de mi padre y Picasso, de mi padre con Césaire y de éste con Picasso", resumió Eskil Lam, hijo del autor.

Del encuentro fortuito a la amistad permanente, la exposición intitulada Aimé Césaire, Lam, Picasso,  Nous nous sommes trouvés, abierta por estos días al público parisino en el Grand Palais des Champs-Elysées, revela la fructífera relación mantenida por el poeta martiniqués, el pintor cubano y el maestro español.
La exposición coincide con el 70 aniversario del encuentro entre Wifredo Lam y Aimé Césaire, y subraya el "flechazo" inmediato que sintió el poeta al conocer al pintor, antes de saber que compartían una misma manera de entender el mundo, el arte y sus respectivos orígenes caribeños.
"La exposición gira en torno al encuentro de mi padre y Picasso, de mi padre con Césaire y de éste con Picasso", resumió a la agencia EFE el comisario de la muestra, Eskil Lam, hijo del autor de “La Jungla” y responsable de los archivos Wifredo Lam.
El conjunto de obras presentadas "es el resultado, la síntesis" de esos encuentros claves, y también de los vividos con otros artistas e intelectuales de su tiempo, como el escritor y poeta André Breton (1896-1966), padre del surrealismo, “quien no está representado en la exposición, pero cuyo espíritu planea por ella”, agregó.
Aunque la muestra no enfoca de lleno en el autor de Nadja, las piezas reunidas se refieren a él en varias ocasiones, sobretodo en las pinturas y dibujos del artista cubano, uno de los más originales exponentes del surrealismo en América Latina, creador de un lenguaje pictórico que fusiona la herencia cultural afrocubana con las vanguardias europeas de principios del siglo veinte.
La exposición exhibe en particular un filme que cuenta cómo muchos intelectuales y artistas, entre ellos Breton, Lam, Claude Levi-Strauss y Anna Seghers, huyeron del nazismo en marzo de 1941 gracias a un barco fletado por Emergency Rescue Committee, que partió del puerto de Marsella. El navío fue retenido a la fuerza por las autoridades de Vichy a su paso por Martinica, donde Breton descubrió por simple azar (no por azar concurrente) la revistaTropique , a cargo de Aimé Césaire y su esposa, Suzanne Roussi, publicación que causó un sorpresivo impacto en el creador de los manifiestos surrealistas.
Las obras de Lam reunidas en el Grand Palais son esenciales para entender la poética de este pintor, quien llegó a Madrid procedente de Cuba en 1923 para completar su formación de retratista, antes de pasar a Paris (en calidad de exiliado por defender la República) donde conocería a Picasso en 1938, un artista que tanto influiría en su arte y que le presentaría a sus amigos del momento, con lo que le abriría de par en par las puertas de un nuevo universo al hijo de Sagua La Grande.
No es casualidad que Dalí, al llegar a París por primera vez, fue a visitar al genio malagueño y al estrecharle la mano, le advirtió:
“Maestro, he venido a conocerlo a usted primero que al Louvre.”